Los agronegocios son necesarios para potenciar las actividades agrícolas, ya que integran tecnologías y métodos para evolucionar una actividad primaria hacia un enfoque de generación de valor en diversas ramas. La referencia es la generación de riqueza, desarrollo social y regional, a través del reconocimiento de fuerzas impulsoras de los grandes mercados de consumidores nacionales e internacionales, aunado a una práctica apegada al desarrollo sustentable (Edwards y Shultz, 2005).



Hay agronegocios:

1) “tradicionales” y “alternativos”.

2) de “commodities” y de “especialidades”

3) de “insumos” y de “productos terminados”, otros son “mixtos”.

4) “agrícolas”, “forestales”, “ganaderos”, “mixtos” y, hoy en día, de “servicios”.

5) de diversas especialidades: “carne”, “leche”, “trigo”, “soja”, “frutos frescos”; “hortalizas frescas”, etc.

 

El papel de México en el campo y en el sector de los llamados agronegocios, ha sido fundamental en la economía del país. Es por eso que se requiere de mayor impulso por parte de todos los sectores, desde gobierno, sociedad y empresarial para que detone y se visualice su potencial.





En las últimas décadas, el sector de los agronegocios en México ha enfrentado problemáticas como el alza de los precios en los insumos de producción, plagas como el dragón amarillo en el caso del limón, el uso de prácticas de impacto ambiental negativo como los cañones antigranizo, hasta el decremento en la producción, lo cual ha devenido en la carencia de insumos para abastecer la demanda interna del país.

 





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